Los casos de pasajeros que agreden al personal de aerolíneas han aumentado en los últimos años debido a una combinación de factores como el estrés de viajar, retrasos frecuentes, restricciones sanitarias impuestas durante la pandemia, normas de comportamiento a bordo y, en algunos casos, el consumo de alcohol.
Muchos pasajeros reaccionan con frustración ante cambios inesperados o sienten que sus derechos han sido vulnerados, lo que puede derivar en conductas agresivas hacia el personal de vuelo, que actúa como representante directo de la aerolínea.
Dichos casos se han presentado en varias empresas colombianas, como es el caso de Avianca, una aerolínea con amplia trayectoria en el país y que ha vivido varios casos de pasajeros disruptivos. Hace algunas horas se pronunció por un nuevo caso.
“Avianca rechaza un nuevo caso a bordo del vuelo AV190 en la ruta Medellín-Fort Lauderdale de este domingo 18 de mayo y anuncia que, como en los demás casos similares, ejercerá todas las acciones legales a su alcance para perseguir civil y penalmente a cualquier pasajero disruptivo, y para reclamar por todos los perjuicios que esta conducta ilícita ha causado”, indicó la compañía.
Adicional a ello, la empresa comentó que el vuelo tuvo que ser desviado a Barranquilla ante el comportamiento disruptivo de un pasajero, que se negó a seguir las instrucciones de la tripulación, dado un manejo totalmente inadecuado de bebidas alcohólicas a bordo.
Tras la situación, la empresa canceló su contrato de transporte y quedó bajo el manejo de la Policía Nacional en el aeropuerto de Barranquilla.
La aerolínea aprovechó el caso para mencionar el proyecto de ley 153 de 2024 que se debate en la Cámara de Representantes y que busca proteger los derechos de las personas trabajadoras del sector aeronáutico frente a estas conductas, como la denunciada anteriormente.
“Desde hace varios años Avianca ha solicitado a las autoridades competentes que se fortalezca la regulación para estos casos, por medio de normas que impongan sanciones que verdaderamente desincentiven estos comportamientos e incluso prohíban o suspendan la posibilidad de volar a pasajeros disruptivos”, comentó.